REFLEXIÓN: TALLER DE CUERPO Y TECNOLOGÍA. EIDER.

Para comenzar con esta reflexión me gustaría hacer un repaso de las pequeñas actividades que hicimos en el taller con Eider y explicar cada una de ellas que me aportó.

En primer lugar nos quitamos las zapatillas y nos pusimos en círculo mientras cada una iba diciendo cómo se sentía en el momento mediante una palabra; lo que dio pie a expresar nuestro estado de ánimo en el momento.

Después escribimos todas una pregunta que nos habíamos hecho a nosotras mismas y que fuese apta para reflexionar entre todas al final del taller sobre el documental propuesto: El dilema de las redes.

Seguido de escribir las preguntas hicimos un juego para activarnos y poder sentir la capacidad de mover nuestros cuerpos. El juego consistía en que según qué número dijese Eider, teníamos que hacer un movimiento u otro mientras nos movíamos por el espacio de clase. Esto nos ayudó a despertarnos y a explorar mediante nuestros cuerpos el espacio en el que estábamos mientras manteníamos contacto con las compañeras. Me parece importante mencionar que al inicio del taller Eider nos propuso dejar los teléfonos móviles fuera de nuestro alcance lo que hizo que las actividades fueran más cercanas. 

Una vez que estábamos todas más despejadas, Eider nos propuso la siguiente actividad; nos teníamos que poner 4 personas juntas, una de ellas iba a ser la que iba a recibir preguntas de las otras tres. Las otras tres personas que hacían las preguntas, tenían que hacerlas a la vez y cada una sobre algo diferente. Al principio resultó ser divertido ya que fue bastante caos pero según pasaba el tiempo el agotamiento físico y mental que suponía estar respondiendo tantas preguntas a la vez se empezó a notar al pasar dos minutos. Esto dejó clara la comparación entre la vida real y la que se esconde detrás de las redes la cual intenta estimularnos y complacernos con contenido que nos gusta en todo momento.

Para continuar, nos pusimos en parejas e hicimos el juego del espejo; es decir, mientras sonaba música de fondo, una persona bailaba y la otra le copiaba. Yo interpreté esto como la capacidad que podemos llegar a tener de copiar todo lo que vemos de las personas que se esconden detrás de una pantalla.

Con relación a lo que podemos ver en las pantallas hicimos la siguiente actividad. Esta consistía en que dos alumnos se ponían delante de la clase y hacían movimientos. El resto teníamos que observarles e ir escribiendo lo que veíamos, fijándonos así en sus expresiones corporales y faciales. De esta actividad se hicieron 3 rondas diferentes y en cada una todos hicimos nuestra interpretación de lo que veíamos. Como es lógico en algunos aspectos coincidimos y en otros cada una interpretó las cosas de una manera diferente. Esto es un claro reflejo de lo que pasa con la tecnología y sobre todo con lo que vemos en las redes, es decir, alguien puede subir una foto sonriendo y el resto interpretar que está feliz cuando en realidad no lo está. Respecto a lo que subimos a redes hicimos la siguiente actividad; Eider puso sillas por toda la clase y nos propuso andar por la clase libremente mientras sonaba música de fondo. La meta de esta actividad era que alguien se sentase en alguna silla y todo el resto de compañeras observaremos a la persona que se había sentado por 30 segundos. A mi personalmente me pareció una actividad muy difícil e incluso incómoda ya que estamos acostumbradas a recibir halagos, mensajes e incluso miradas a través de una pantalla que realmente no percibimos,  pero cuando realmente toca enfrentarse cara a cara a las personas te das cuenta de lo difícil que es y de el poco valor que le damos a las cosas que subimos y que el resto va a ver.

Acto seguido, escribimos cada alumna una palabra que nos recordase a las redes sociales o bien que nos faltase, o algún miedo…

En relación a esto salieron muchas palabras que compartimos entre todas (autoestima, miedo a quedarse sola, seguridad…) y me pareció muy enriquecedor y cercano para darse cuenta de que todas tenemos inseguridades y que a veces es importante dejar de lado los prejuicios que pueden llegar a causarnos las redes.

La penúltima actividad de este taller fue poner en común y reflexionar sobre las preguntas que habíamos escrito al inicio del taller y ver las cosas que más nos habían impactado del documental. En general, por un lado la conclusión a la que llegamos es que estamos demasiado apegados a los teléfonos móviles dadas las circunstancias de trabajo/estudios, dependencia etc . Por otro lado hablamos de la poca información que teníamos sobre cómo funcionan realmente las redes y de lo sorprendidas que nos quedamos tras saber que se usan todos nuestros datos para crear el contenido que queremos ver.

Por último, nos pusimos todas en círculo con los ojos cerrados mientras Eider leía afirmaciones como: “ he pensado en desinstalar las redes por salud mental”. Si alguna se sentía identificada con las afirmaciones tenía que dar un paso al frente. Como era de esperar todas acabamos en un círculo muy pequeño y todas bastante juntas, lo que dio a entender que todas sufrimos las consecuencias de las redes.